Panamá vuelve a tener otra participación muy discreta en los Juegos Bolivarianos, un síntoma que se ha prolongado en los últimos 24 años, desde la edición en Santa Cruz de la Sierra y Cochabamba, Bolivia, en 1993.
En este mismo periodo, la delegación istmeña no ha salido del sótano del medallero de estos juegos regionales. Algo que no nos debe sorprender, ya que fue predicho con tranquilidad por el presidente del Comité Olímpico de Panamá, Camilo Amado.
En esta edición, celebrada en Santa Marta, Colombia, tampoco pudimos superar lo hecho en Trujillo, Perú, en 2013, ya que solo se pudo acumular un total de 28 (dos de oro, siete de plata y 19 de bronce) preseas en comparación con las 34 alcanzadas hace cuatro años.
Otros aspecto preocupante es que no se ha podido superar o igualar las 10 medallas de oro obtenidas en la edición de 1993, ya que solo hemos ganado dos preseas doradas en 5 juegos (1997, 2001, 2005, 2009 y 2017) y seis en 2013, cuando se disputó en Trujillo, Perú.
En esta ocasión, las únicas atletas que pudieron darse el lujo de bañarse de oro fueron Carolena Carstens y Nathalee Aranda.
Carstens encabezó el podio de los 57 kilogramos de taekwondo, mientras que Arango fue la ganadora en la prueba de salto largo, luego de alcanzar una distancia de 6.46 metros.
Cabe recordar que la mayor cantidad de medallas de oro alcanzadas por Panamá ocurrió en 1973, cuando sumó 37 para acabar en la tercera posición del medallero, y fue la sede.
La Selección de Futsal de Panamá no logró los objetivos esperados en los Juegos Bolivarianos de Santa Marta 2017.
11
fue la posición de Panamá en el medallero.
2
medallas de oro logró Panamá.
28
preseas acumuló en Santa Marta.